Amanece
El alba brota lenta,
asoma su luz.
Los ojos luchan, se rebelan,
se niegan a mirar.
Y una vocecita suena en tu interior,
Amanece!
No le niegues a la aurora
iluminar tu alma,
calentar el aterido corazón.
¿Porqué? preguntas,
si llevan abiertos toda la noche,
como cada noche…
Esa noche que se hace eterna,
ahora quiero dormir, pero…
Amanece.
La claridad va penetrando,
a través del cristal
vislumbras los colores del nuevo día
Y te dices que hoy será un buen día,
pero te mueves,
y, ahí, tu cuerpo se rompe,
gritas en silencio,
sin ruido.
interiorizando el dolor.
Tal vez, piensas,
si lo ignoras, desaparecerá,
pero no sirve el remedio.
Enfadada con tu debilidad
te yergues rabiosa, dolorida…
Negándole a tu cuerpo
un descanso que no llegará.
Aunque, quizás algún día….
Quien sabe.
Mientras tanto,
Amanece